Una cosa extraña
Escrita en octubre de 1996
Grabada el 18 de enero de 2016
Videografiada el 19 de enero
by juan Rayos
Escrita en octubre de 1996
Grabada el 18 de enero de 2016
Videografiada el 19 de enero
by juan Rayos
Algunas consideraciones básicas:
Todos los gobiernos deberían contribuir a la buena vida de los más necesitados, estén donde estén.
Se debería favorecer el desarrollo de los niños superdotados, que por lo general son Grandes por sí mismos y contribuyen al proceso de la Humanidad: Acceso gratuito online a clases de música, lectura, escritura, etc., en todas las lenguas posibles.
Se debería promover una campaña para que nadie en el mundo pasara hambre ni sed: todos los hombres somos hermanos, y quien no entienda esto, mal vamos.
Agua y comida para todos.
Han publicado recientemente en La Charca Literaria uno de mis textos, el siguiente:
El Señor de las Tres Edades
Yo soy el Cronista
El que mama en los pechos de la humanidad
el que todo lo cuenta
y contándolo lo hace digno
de figurar como realidad
el que si no lo cuenta
destierra del mundo lo no contado
El que narra, relata, historia, y si es preciso inventa
lo que pasó, lo que pasa y lo que pasará
Y a veces lo que pasará sucede antes de lo que ahora pasa,
e incluso antes de lo que ya pasó.
Porque algunas historias fueron escritas en el albor de los tiempos,
en el semen de la voluntad,
en la primera línea de mi conciencia.
Y más os vale fabricar a tientas vuestra verdadera historia,
o sea, la que yo he de contar.
Pues muchos hombres se perdieron
por hacer de su vida
una historia equivocada
Y corréis el riesgo
de perecer extraviados
en la Tierra de los Recuerdos
Los recuerdos pasados y futuros
La siempre goteante leche de los recuerdos
Ésta que yo mamo en los pechos de la humanidad
Yo soy el Cronista
El que mama en los pechos de la humanidad
Soy el hijo del rayo
nieto de una centella
alumbrado por una estrella
en la cresta de un soleado mayo
Me han arrancado el corazón
y me he convertido en lengua de fuego
Atizaré con mis ascuas
a todos los cerdos
que pueblan este planeta
Soy el hijo del rayo
nieto de una centella
alumbrado por una estrella
en la cresta de un soleado mayo
Me ha sido otorgado
el don de la palabra hiriente
para grabaros sobre la frente
la cruz de vuestro pecado
Existir viene del latín «ex-», en este caso «fuera de» y el verbo «-sto, stas, stare», que significa «estar». «Existir» viene a significar, entonces, «estar fuera de (nosotros mismos)». Las criaturas necesitamos existir para ser. Pero dios no lo necesita… Y si «existiera», o sea, si se manifestara en su plenitud, se acabaría el libre albedrío: ¿Quién osaría desobedecerle?
Me dicen que si el porqué
Me dicen que si el porqué
me vuelven loco
me vuelvo loco
les vuelvo locos
se vuelven locos
con el maldito porqué,
el porqué de las cosas
¿Por qué, por qué, por qué?
y luego el último porqué
Para encontrar el porqué
del último porqué
estudié filosofía
y me hice entre otras cosas
un profundo escritor
un anónimo boxeador
un solemne inventor
de castillos en el aire
Una vez llegué al borde del mundo
y dejé caer al vacío
el último porqué
Cayó y cayó
y al llegar al fondo
del mundo existente
levantó el polvo
y desde allí me respondió
con acento impenitente
el eco socarrón
de una voz ausente:
“Y… ¿Por qué no?”
Escrito hace unos 30 años
— La época de la imagen del mundo: Análisis de esta época de la mano del ensayo de Heidegger. El mundo concebido como y constituido en ‘imagen’.
— La época del mundo de la imagen: La imagen concebida como y constituida en ‘mundo’. Con el hiperdesarrollo de los medios de comunicación audiovisual (muy especial y señaladamente, el nacimiento y desarrollo hipertrófico y ultraacelerado de la televisión) la época de la imagen del mundo deviene época del mundo de la imagen. No es ésta una época esencialmente distinta a la anterior, sino un nuevo estadio de la misma época, pues ambas responden a una dinámica de desarrollo promovida por idéntica esencia. No hay, pues, una transformación esencial en la transición de una época a otra, no hay cambio esencial de épocas, sino que la época del mundo de la imagen es consecuencia directa y natural de la dinámica interna de desarrollo de la esencia de la época de la imagen del mundo. Ahora bien: aunque no haya una transformación esencial, sí se produce una transformación substancial en el paso de una a otra época. La transición entre ellas no es un continuum, sino que acontece mediante la aparición de un claro punto de inflexión: la invención de la televisión, por obra de la cual comienza el proceso de substancialización material de la imagen. Así pues, si bien ambas épocas son esencialmente una sola en diferentes estadios, substancialmente resultan ser épocas distintas. Del mundo concebido desde la metafísica como imagen se avanza a la imagen constituida en mundo. En un primer estadio, el mundo es concebido como imagen por el hombre, que representa y elabora: formalización de la imagen del mundo; en un segundo estadio, el mundo es constituido como imagen y en imágenes por el hombre: materialización del mundo de la imagen. La tecnología, al servicio de la concepción metafísica del mundo como imagen, produce de una forma sistemática (sistematizada en progresión geométrica) imágenes materiales, solidificadas, que pasan a constituirse en la textura objetiva y objética del mundo: las imágenes sustituyen a los objetos, convirtiéndose ellas mismas en los objetos: la imagen pierde su referencia objética y se concibe y configura como lo substancial del representar elaborador. Por todas partes aparecen síntomas inequívocos de este proceso de substancialización de la imagen. Uno de los síntomas esenciales es el hecho de que, ante cualquier crisis de alguna entidad empresarial humana, la pauta de valoración de la gravedad de dicha crisis la marca ‘el deterioro de la imagen’ de la entidad en cuestión; es un lugar común, en efecto, el afirmar o admitir que «lo peor de todo», «lo irreparable», es «el deterioro de la imagen», lo que acarrea sin duda «la pérdida de la credibilidad». De este modo, la condición sine qua non del éxito de cualquier empresa humana, y su mayor garantía, consiste en el ofrecimiento de ‘una buena imagen’; un ente o una entidad humana puede actualmente funcionar y desenvolver con éxito su empresa sin el debido rigor, la suficiente profesionalidad, o el exigible conocimiento de su medio, pero nunca sin «una buena imagen». El índice de degradación de una sociedad, un grupo o medio social, lo constituye la correspondiente degradación en la calidad de su imagen; pero, en realidad, ésta ya no constituye sólamente su índice, sino que se ha constituido también, de una forma inconsciente, o ingenuamente consciente, en la degradación social misma. En la época de la imagen del mundo, el subiectum substituye a la substantia como fundamento de medida y valoración del mundo y su conocer, y fundamento del mundo mismo en tanto que configurado y constituido por su medida y valoración (por su representación); en la creciente radicalización de esta época, o época del mundo de la imagen, el subiectum mismo es substituido por su imagen como la actual substantia: la imagen del sujeto, y con ella la imagen del mundo, es ahora la substancia del mundo, su medida y su valoración. Desde esta época se avanza a un tercer estadio, de consecuencias aún imprevisibles: La época de la imagen de la imagen: concebida la imagen como substancia o ‘lo substancial’, cada imagen exige de suyo nueva imagen que, a su vez, la imagine: proceso ad infinitum de pérdida -extravío- de la substancialidad de lo real en la substancialidad esquiva, aparente y huidera de lo imaginario, objetizado en solidificaciones materiales que se reproducen indefinida e incesantemente, en función de la conjunción de la esencia de la imagen con su concepción como ‘lo substancial’ del mundo. Se impone, entonces, un Análisis de la situación actual y por venir del mundo y su concepción a partir del concepto heideggeriano del «gigantismo», explicado primero conceptualmente, luego especificado en sus direcciones conceptuales o manifestaciones posibles, analizado en sus manifestaciones efectivas, y finalmente concretado en una manifestación esencial: la infografía, simbiosis de la informática y los medios audiovosuales, entendida como síntesis de las tendencias esenciales de la post-modernidad, y, por tanto, potencia fundamental y directora de ellas, a la vez que fenómeno‑señal (señalado y señalizador) que debe constituirse en objeto de interrogación y campo privilegiado de la posibilidad de respuesta de la Pregunta Filosófica. Las ‘realidades virtuales’, y las ‘virtualidades reales’: la humanidad ha avanzado de ‘la época de la imagen del mundo’ a ‘la época del mundo de la imagen’, y de ésta camina inexorablemente a ‘la época de la imagen de la imagen‘.[1]
[1] ‘Caminar inexorable’ a la Época de la imagen de la imagen: pues se han roto los posibles mecanismos de autocontrol reflexivo de la evolución humana, debido a la disolución de la substancialidad humana de la mano de las filosofías de la sospecha, la superación de la subjetividad individual por la ontología fenomenológica y la fenomenología hermenéutica -Heidegger, Gadamer: movimiento de ida del yo a su fundamento mediante la transubjetividad, aún carente de movimiento de vuelta reencauzador-, y el consiguiente desbordamiento del ‘yo’ personal, que sin embargo permanece a pesar de todos los pesares: crisis de identidad y resquebrajamiento de la conciencia, yo ‘desubjetivado’ carente de norte y pautas de acción reflexiva.
En tierra de llantos y fangos
mellas en los dientes
montañas y barrancos
y demonios inteligentes
se arrastran unos muertos de hambre
y es que
llevan las manos
y es que
llevan las manos manchadas de sangre
Se acerca el final de los tiempos
Termina su viaje la rueda
El alma dibuja su huella
con los últimos soplos de viento
En tierra de llantos y fangos
ojos incendiados
puercos de feos rasgos
y muñecos descarriados
pasa la vida
y se rebaña en la cuenca
y se rebaña
en la cuenca de una vieja guadaña
Estructura del Apocalipsis de Juan:
Prólogo
Epílogo
Libro del Apocalipsis: Libro del apocalipsis 1 – Conferencia Episcopal Española
CAPÍTULO 1
Prólogo. 1, 1-8
1 Revelación de Jesucristo, que Dios le comunicó para mostrar a sus siervos lo que tiene que venir […], por medio de […] Juan.
[…]Antes del muro de Facebook ya había otro muro…
Proyecto apocalipsis · αποκάλυψη
Duración aproximada de 77’